25 reglas no escritas que las mujeres usan para mantener a los hombres persiguiéndolos

¿Crees que estás en el asiento del conductor de tu relación? Piense de nuevo. Las mujeres tienen un arsenal secreto de tácticas que te mantienen adivinando, persiguiendo y preguntándote si eres el que juega el juego, o jugando. Aquí hay una mirada interna a los juegos mentales sutiles que las mujeres usan para mantenerte envuelto alrededor de su dedo.

Descargo de responsabilidad: este blog es solo para entretenimiento e información general. Haga su propia investigación antes de actuar en cualquier contenido compartido aquí.


1. La cara de “no estoy impresionado”
No importa cuánto lo intentes, ella no se ve impresionada. Rompes una broma, comparte un logro o muestras una habilidad: apenas reacciona. Esta sutil falta de entusiasmo te hace esforzarte cada vez más, sacando todas las paradas solo para sonreír o un guiño de aprobación. Antes de que te des cuenta, estás haciendo volteretas para mantener su atención.


2. El lapso de memoria “accidental”
Ella olvida un detalle pequeño y significativo sobre su vida, tal vez el nombre de su banda favorita o la historia que le contó sobre su infancia. Te encuentras volviendo a contar historias y compartiendo aún más información, ansiosa por asegurarse de que ella realmente te conozca. La verdad? Ella no olvidó; Ella solo te consiguió hablar.


3. La mala dirección del cumplido
Ella deja un cumplido, pero no por tu apariencia o algo obvio. En cambio, ella comenta sobre sus calcetines o la forma en que organizó su escritorio. Parece aleatorio, pero te deja preguntándote qué más se ha dado cuenta de ti. Empiezas a buscar más formas de impresionarla con las pequeñas cosas.


4. La repentina no disponible
Ella cancela una cita en el último minuto. No es personal, dice, solo algo inesperado que surgió. Te preguntas qué es más importante que pasar tiempo contigo. De repente, ella es todo en lo que puedes pensar, y estás aún más ansioso por volver a verla.


5. El juego de texto
Ella te envía un mensaje de texto, pero solo después de horas. Mientras tanto, revisa su teléfono constantemente, esperando su respuesta. Cuando finalmente responde, responde de inmediato, ansioso por mantener la conversación. Crees que estás ganando, pero ya has perdido la ventaja.


6. Los actos de desaparición
Ella está activa en las redes sociales pero no ha respondido a su mensaje. La ves publicar historias, que me gustan las fotos y comentando publicaciones, pero tu mensaje sigue sin respuesta. Empiezas a analizar demasiado todo lo que dijiste, preguntándote si hiciste algo mal. Spoiler: ella solo te mantiene alerta.


7. El retiro confiado
Justo cuando crees que las cosas se están acercando, ella se retira. Ella se vuelve un poco distante, no envía un mensaje de texto tanto y parece menos disponible. Ahora, todo lo que puedes pensar es cómo devolver su atención. La estás persiguiendo y ella tiene el control.


8. El “otro chico” menciona
Ella menciona casualmente una vieja llama o un amigo masculino en la conversación. No es suficiente para que te ponga celoso directamente, pero planta una semilla de duda. Empiezas a preguntarte sobre su pasado, sus amigos y tu lugar en su vida. Ahora, estás más invertido que nunca.


9. El enfoque de “sin presión”
Ella no exige tiempo ni atención. Parece perfectamente contenta sin textos o llamadas constantes. De repente, te encuentras iniciando cada conversación y planificación cada fecha. Estás haciendo todo el esfuerzo, y ella está sentada, permitiéndote probar tu interés.


10. El cumplido raro
Cuando finalmente te complementa, se siente como ganar la lotería. Tal vez ella elogia tu inteligencia o nota algo único sobre ti. Porque es tan raro, se siente increíblemente significativo. Anhelas esa validación y comienzas a hacer todo lo posible para ganar más.


11. El movimiento de “escuchar pero no reaccionar”
Comparte algo importante o vulnerable, y ella escucha pero no reacciona mucho. Ahora estás reproduciendo la conversación en tu cabeza, tratando de descubrir qué está pensando. Te vuelves más abierto y honesto, tratando de sacar una reacción de ella.


12. La trampa de las redes sociales
Publica una foto con una leyenda críptica o una canción de letra. No puedes evitar preguntarte si se trata de ti. Pasas horas analizando sus publicaciones, buscando significados ocultos. Mientras tanto, ella solo está viviendo su vida y estás enganchado.


13. La línea de “no es gran cosa”
Haces algo grandioso, planificar una cita romántica o darle un regalo reflexivo, y ella lo juega. “No es gran cosa”, dice ella. Ahora estás planeando el próximo gran gesto, decidido a impresionarla.


14. El juego de poder de contacto visual
Ella tiene contacto visual solo un segundo demasiado, y se siente intenso. No puedes dejar de pensar en ello, preguntándote a qué quiso decir. Cada mirada se vuelve significativa, y eres hiper-consecuente de cada interacción.


15. La excusa “Estoy ocupado”
Ella está ocupada este fin de semana. Y el próximo fin de semana. De repente, estás limpiando tu horario, esperando que ella te quede bien. La estás priorizando y te está haciendo trabajar para su tiempo.


16. El toque casual
Ella “accidentalmente” cepilla su brazo o toca su hombro. Es solo un pequeño gesto, pero te deja pensando en su toque mucho después. Ahora, estás notando cada pequeña cosa que hace.


17. La rutina misteriosa
Ella menciona un nuevo pasatiempo o interés, pero no entra en detalles. Te encuentras haciendo preguntas, queriendo saber más sobre su mundo. Ella te tiene curiosidad, y la curiosidad conduce al apego.


18. La trampa “Estoy bien”
Ella dice que está bien, pero sabes que no lo es. Te conviertes en un detective, tratando de descubrir qué está mal y cómo solucionarlo. Estás invirtiendo tiempo y energía, y ella es el centro de tu atención.


19. La vulnerabilidad inesperada
Ella comparte algo personal y profundo, luego se cierra nuevamente. Sientes la necesidad de protegerla y acercarte. Ese breve vistazo a su mundo te mantiene enganchado, con ganas de saber más.


20. La amenaza de caminata
Ella insinúa que podría irse si las cosas no cambian. De repente, estás intensificando tu juego, tratando de demostrarte a ti mismo. Estás trabajando más duro que nunca para mantenerla, y ella lo sabe.


Pensaste que tenías control. Piense de nuevo.

Puede pensar que tienes el control, pero ella siempre está jugando al ajedrez. Buena suerte, rey.

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